¡Hola a todas!
Hace justo una semana desde la última vez que nos leímos, ya que no retomaré los posts de belleza hasta septiembre. Creía que este verano sería “diferente” por razones obvias, pero el tráfico ha bajado significativamente en agosto al igual que en años anteriores, así que prefiero volver a publicar con asiduidad cuando haya más gente al otro lado de la pantalla. :)
Sin embargo, la cita de los domingos seguirá su curso habitual porque, además de escribir para vosotras, a mí me sirve para llevar el recuento de mis lecturas y, además, profundizar sobre ellas. Dicho esto, os recuerdo que la próxima semana revisaremos juntas “El prisionero del cielo” de Zafón. ¡No me falléis!
Y ahora, si me lo permitís, vamos con el libro de hoy.