¡Buenos días!

Como ya adelanté el lunes, hoy quiero compartir con vosotras mi opinión sobre unos cuantos productos que he ido terminando en las últimas semanas.

Podéis ver la primera entrega aquí. Si os apetece saber cuáles son los protagonistas en esta ocasión sólo tenéis que seguir leyendo :)

¿Me acompañáis un ratito?

Cuando algo se acaba sufro una serie de sentimientos encontrados. Por un lado satisfacción, me gusta ver que soy constante con lo que compro y que lo termino sin almacenar un montón de cosas del mismo tipo. Pero por otra parte, me fastidia porque si me ha gustado llega el momento de reponerlo y ya sabemos lo que ello conlleva. Y si no me ha gustado tengo que añadir el quebradero de cabeza extra buscando un sustituto que tenga buena pinta (o que, al menos, lo parezca).

Veamos con cuantas cosas de las que hoy aparecen en este post me animaré a repetir y cuántas han ido directamente a la infinita Lista Negra ;)

Bálsamo labial 8h de Elizabeth Arden

Hace unos años compré un pack de edición especial por su 100º Aniversario en el que venía la crema 8h clásica y dos bálsamos como éste. El packaging me encanta aunque no sea lo más higiénico del mundo, así que cuando el primero claudicó decidí reservar éste para más adelante porque me daba pena gastarlo también.

Obviamente, la consistencia es más sólida y densa, pero no noto diferencia entre la crema en tubo y este bálsamo. Para mí es el mejor que he probado hasta el momento. Me gusta incluso su característico olor que a tantas personas le resulta desagradable. Hidrata en profundidad y, lo más importante, repara.

¿Repetiré? Sí. Probablemente no con el mismo formato, pero llevo siéndole fiel muchos años a la gama 8h y aún no he encontrado ningún motivo para dejar de hacerlo.

¿Por qué? Como ya he dicho, es mi bálsamo favorito y recurro a él todas las noches para hidratar mis labios. También puntualmente para tratar zonas con extrema sequedad (codos, manos, talones, etc.) o para quemaduras/irritaciones de la piel.

Sérum SOS Desalterante Vinosource Caudalie

Si habéis leído mis posts sobre productos de Caudalie ya sabréis que este sérum ha sido uno de mis mejores descubrimientos del pasado año 2013. Pocos productos me han sorprendido tan gratamente desde el principio como éste.

Le dediqué una entrada porque, sin duda, se lo merecía. Ha sido mi sérum de día durante algo más de un año porque aúna las características que buscaba y busco en un suero. Su textura es muy fluida y elástica, con poca cantidad tenemos para toda la cara. Se extiende tan bien como se absorbe, devolviéndole a la piel la hidratación que ha perdido por el paso de las horas, el estrés o el clima. La propia marca lo denomina “bomba de hidratación” y todas las personas que lo han probado me han comentado lo mismo.

El único punto negativo que le encuentro es el dosificador. Si presionamos el pump hasta el fondo sale demasiado producto y gastamos más de lo necesario. Mi “truco” es pulsarlo despacio y hasta la mitad, consiguiendo prolongar su vida un par de meses más. Para equilibrar la balanza en este aspecto nos encontramos con un precio más que competitivo, poco menos de 30€.

¿Repetiré? Por supuesto, pero esperaré a que acabe el verano.

¿Por qué? Llevo tres frascos con éste y estoy encantada con él. Aunque me gusta probar cosas nuevas y seguir descubriendo marcas, cuando algo me encandila de verdad le soy fiel, ¡o eso intento! Sería una tontería por mi parte dejar de utilizar algo que le proporciona tantos beneficios a un órgano tan delicado del cuerpo como es la piel.

Agua de Belleza de Caudalie

Ha sido mi tónico de noche durante un año aproximadamente. Primero probé el tamaño de 30ml, volví a caer con la minitalla y ya por fin me decidí a comprar los 100ml de este elixir de la juventud.

Como con Les Météorites Perles de Guerlain, el Agua de Belleza genera una serie de opiniones diversas en blogs y canales de Youtube. Casi siempre se trata de opiniones extremas: lo odiamos o le ponemos un pedestal. Yo, como ya sabréis la mayoría, le tengo especial devoción. En mi piel sí resulta eficaz y hace lo que cualquier buen tónico debería hacer. A eso se une su aroma, fresco y energizante, un placer para los sentidos cuando estamos a punto de meternos en la cama después de un día agotador.

Me parece especialmente útil cuando estoy resfriada o tengo un día malísimo con la alergia. Descongestiona la nariz y supone un alivio enorme. También ayuda a desinflamar los granitos que aparecen de vez en cuando. Escribí sobre ella detalladamente en este post.

¿Repetiré? Sí, en el mismo momento en el que el tónico que estoy usando ahora derrame su última gota estaré en la farmacia más cercana agitando los bracitos para que me atiendan rápido y poder llevármela a casa cuanto antes.

¿Por qué? A pesar de ser caro para tratarse de un “simple agua”, para mí merece la pena y no me duele gastar los 30€ que cuesta como sí me ocurre con otras cosas. Es un capricho, lo reconozco, pero cuando no lo uso lo echo de menos. Tengo que aclarar que, a pesar de su precio, cunde una barbaridad. También lo compré en septiembre/octubre y lo he acabado en mayo.

Agua micelar Cleanance de Avène

Este bote lleva vacío y guardado desde hace más de un año, cuando aún ni siquiera existía el blog y no tenía en mente escribir posts de este tipo.

De las que he usado, quizás sea la más efectiva a la hora de retirar el maquillaje. Y del mismo modo, también la más “agresiva”. No me malinterpretéis, no es aguafuerte, pero sí que se nota que está indicada para un tipo de piel más problemático que el mío en cuanto a acné grasa se refiere.

Desde que decidí utilizar menos productos astringentes he notado una mejoría brutal en el aspecto de mi piel. Y he introducido las aguas micelares para complementar a mis limpiadoras, no para retirar el maquillaje.

¿Repetiré? No.

¿Por qué? Prefiero otras más fresquitas e hidratantes. No me parece un mal producto, sobre todo para todas aquellas personas que quieren controlar el exceso de sebo.

Esponjita Beauty Blender

Compré mi primera Beauty Blender en 2011 y ésta ha sido la segunda. En aquel año utilicé mucho la base Colorstay de Revlon, bastante densa y pigmentada así que la aplicación con esta esponja me parecía una ventaja. Si habéis tenido Colorstay sabréis que se fija muy rápido y que hay que difuminarla con rapidez, por lo que la BB facilitaba muchísimo el trabajo.

A mí me gusta usarla para aligerar bases de cobertura alta o textura densa, con otras más ligeras o de cobertura media/baja prefiero las brochas. Es genial para terminar de integrar los correctores y para aplicar los coloretes y/u iluminadores en crema.

Como veis, la pobre ya ha dado de sí todo lo posible: ha perdido la intensidad de color, tiene algunas manchas que no salen, el extremo puntiagudo ha sufrido una leve mutilación y al tacto ya no se nota tan suave y blandita.

¿Repetiré? Probablemente.

¿Por qué? Primero quiero probar la de la marca Real Techniques, ya que la diferencia de precio es considerable y, al fin y al cabo, esta esponjita tampoco me resulta completamente imprescindible.

Agua micelar Sébium de Bioderma

Esta minitalla de 100ml me la regaló María Rivera (¡gracias, guapa!) y la he ido gastando en diferentes viajes, ya que por su tamaño es muy cómoda para llevarla en el neceser.

Con ella me pasa algo parecido que con la Cleanance de Avène, noto que me deja la piel tirante y “seca”. Ésta en concreto no es apta para los ojos y doy fe de ello, si no eres cuidadoso puedes pasar un buen ratito con escozor.

¿Repetiré? No.

¿Por qué? Me gusta mucho más la de Caudalie a la que le llevo muchos meses siendo fiel (¡cuatro envases ya!) y de Bioderma me llaman más la atención otras líneas, como la roja o la indicada para pieles deshidratadas.

Limpiadora Radiant Dawn de Amie

Es una limpiadora en gel con varios tipos de gránulos exfoliantes en suspensión. No es un exfoliante como tal porque son todos de gran tamaño y cuando masajeas la cara no notas prácticamente nada diferente a la sensación que proporciona otra limpiadora sin partículas.

Huele genial a manzana, ¡me encanta! Emulsiona con el agua y genera espuma, así que es normal que al aclarar notemos la piel tirante. Es la que tengo en la ducha, junto a la espuma de Caudalie, y las voy alternando según el día.

¿Repetiré? De momento no.

¿Por qué? Me gusta más la espuma de Caudalie y me parece absurdo tener dos limpiadoras en la ducha y otras dos fuera de ella. Me gusta porque es bastante respetuosa con la piel, tiene un olor riquísimo y cunde una barbaridad. Realmente no puedo ponerle ninguna pega, pero prefiero otras.

Sérum hidratante de Avène

Lo compré hace casi un año y medio y me ha costado muchísimo gastarlo. De hecho, me ha tenido que ayudar mi madre.

Está indicado para pieles sensibles pero cada vez que lo usaba más de 2 ó 3 días seguidos notaba que la piel no respiraba igual de bien y me empezaban a salir granitos diminutos en algunas zonas de la cara. La textura es ligera, parecida a un gel. Se absorbe con rapidez y no deja sensación de confort, sino más bien tirantez.

Yo no lo recomendaría para pieles sensibles. Pero, como siempre, lo mejor es probarlo uno mismo.

¿Repetiré? No.

¿Por qué? Lejos de aportar una hidratación extra a la piel y calmarla, me provocaba brotes de granitos y sequedad.

Crema antiarrugas Pulpe Vitaminée de Caudalie

Ha sido mi crema de noche durante muchísimos meses, este tubo es el segundo. Por desgracia, esta línea ha sido descatalogada.

Me ha gustado mucho porque es untuosa pero muy cómoda de llevar. Por las noches me resulta muy agradable y reconfortante utilizar texturas densas que tarden algo más en absorberse que las de día. Como casi todos los productos de Caudalie tiene un olor estupendo, muy relajante.

No he notado que mis líneas de expresión hayan disminuido, pero ya sabéis: milagros a Lourdes. Me conformo con notar la piel extrahidratada y elástica y es algo que con esta hidratante sí conseguía.

¿Repetiré? No.

¿Por qué? Como ya he dicho, Pulpe Vitaminée va a desaparecer y prefiero comenzar a buscar una nueva crema de noche cuanto antes, ya que para mí es un paso importantísimo en mi rutina de cuidado facial. Ya tengo varias en mente.

Fluido Matificante Vinosource de Caudalie

Disculpad por la fotografía, pero hasta que no las he editado no me he dado cuenta del error. Cogí Sorbete (de la misma línea) en lugar del Fluido Matificante.

Ha sido mi crema de día durante muchísimo tiempo, ¡y lo seguirá siendo! Es refrescante, ligera, se absorbe rápidamente y mantiene mi piel sin brillos durante toda la jornada. Funciona a la perfección debajo de bases de maquillaje. En este post ya os hablé de ella. Es perfecta para mí.

¿Repetiré? Sí, pero no ahora mismo.

¿Por qué? Estoy probando una nueva hidratante con SPF de otra marca y hasta que no la acabe no me planteo volver a comprar ésta. Como con otros productos, no me gusta tener varias cosas de tratamiento -que sirven para lo mismo- abiertas a la vez.

Lápiz de cejas automático Lingering de MAC

Lo compré el 2 de noviembre del año pasado (¡cómo me acuerdo! :P) y me ha parecido bastante bueno y fácil de usar.

Al principio la mina me resultaba demasiado blanda, pero terminé acostumbrándome a él y me dio mucha pena que se acabara. Eso sí, no me gusta nada que no sea retráctil. El tono se funde estupendamente entre mi piel y los pelitos de las cejas.

¿Repetiré? De momento no.

¿Por qué? Tengo un lápiz de cejas y el browset de Catrice, así que de momento voy servida. Me da rabia que dure tan poco (en comparación con otros) e intentaré encontrar otro sustituto antes de volver a comprarlo. Aunque, como ya os digo, no lo descarto.

Acondicionador capilar Citrus&Honey de Apivita

Compre este acondicionador en septiembre/octubre del año pasado y, aunque no lo he utilizado cada vez que me he lavado el pelo, he intentado darle un uso continuado para comprobar si cubría mis necesidades o no.

Es bastante fluido y fácil de extender. Yo lo dejaba 3-5 minutos actuando y el resultado era bueno, nada espectacular, pero hay que tener los pies en el suelo y no esperar que un acondicionador nos deje una melena de anuncio. Proporciona hidratación y suavidad, no apelmaza en absoluto y huele muy bien.

No contiene siliconas, tiene un 96% de ingredientes naturales y el agua ha sido reemplazada por una infusión de romero.

¿Repetiré con él? De momento, no.

¿Por qué? Me ha gustado, no puedo negarlo, pero no ha supuesto un descubrimiento tan maravilloso como para dejar de lado la eterna búsqueda del producto capilar perfecto. Ahora mismo estoy alternando dos: uno de Korres y otro de Giovanni. Ya os contaré qué tal cuando aparezcan en próximos posts :)

Espero que os haya gustado el post y que me contéis vuestra experiencia con estos productos o los que hayáis terminado hace poco y os hayan dejado huella (ya sea para bien, o para mal). Para cualquier sugerencia y/u opinión podéis escribir en comentarios o a través de mis redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram o Google+.

¿Qué sentís cuando alguno de nuestras decenas de botes llega a su fin?
¿Habéis probado alguno de los productos que aparecen en este post?
¿Sois fieles o preferís seguir probando nuevas marcas?

Gracias a todos por leer, comentar y compartir. Pasad un fin de semana estupendo, ¡nos leemos el próximo día 9!