Semana Santa en Sierra Nevada | Granada

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¡Buenos días!

Las que me sigáis a través de mis redes sociales, ya habréis visto que en Semana Santa cogí el petate y puse rumbo al sur. Llevaba más de 10 años sin visitar Andalucía y, a pesar del bullicio que se instala en sus calles durante esta época, me apetecía muchísimo vivir la experiencia.

Mis compañeros de aventuras fueron mi amiga Andrea y su novio Chris y, por supuesto, Ángel, mi chico :)

Como buenos amantes del riesgo, planeamos y organizamos todo a contrarreloj. Tanto, que la chica que nos gestionó la reserva del hotel estalló en carcajadas cuando llamamos preguntando por la disponibilidad en varios sitios y ciudades como Granada o Sevilla. Al final, pudimos cantar victoria y eso es precisamente lo que vengo a contaros hoy: qué tal fue nuestro viaje.

Si os interesa, ya sabéis, ¡seguid leyendo! ;)

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Cómo acabamos en Sierra Nevada fue fruto de la más pura casualidad, ya que los destinos que propusimos en un primer momento eran muy diferentes. Cuando comenzamos a gestionarlo todo, la ocupación era de más 90%, así que tuvimos que “conformarnos” con el único hotel que aún estaba disponible: Hotel Santa Cruz, a 8km de la Estación de Esquí.

El enclave no puede ser mejor si lo que buscas es paz y estar en contacto con la naturaleza. Está situado en un mirador natural desde donde podemos contemplar el Valle de Güejar.

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Puedes elegir entre habitación o bungalow por una diferencia “mínima” de precio, así que no nos lo pensamos dos veces y nos quedamos con la segunda opción. Tiene su propia chimenea y el entorno es mucho más íntimo y relajante.

Aunque todo esto suene idílico, una vez allí, nuestras expectativas fueron desplomándose una a una. Lo cierto es que el bungalow estaba francamente bien: limpio, acondicionado y con una temperatura muy agradable (el baño menos cuidado). Nada más entrar te apetecía sentarte en uno de los sillones que había frente a la chimenea a leer con una buena taza de chocolate caliente. Pero, claro, los recursos que el hotel facilita para que puedas encenderla son bastante precarios, sobre todo para “inexpertos”. Nosotros ya habíamos leído que la leña no era la más adecuada y que tampoco facilitaban el material necesario (como un fuelle, un atizador o unas tenazas), así que ya íbamos preparados con un cargamento de pastillas y cerillas.

Esto no hubiera supuesto mayor problema si el encanto principal del bungalow no hubiera sido ése. De todos modos, no es algo que personalmente me enfadara, aunque la dejadez y “antipatía” generales de sus recepcionistas y trabajadores del hotel, sí. Y que el desayuno fuera una auténtica castaña, más aún. De hecho, si éste hubiera sido mínimamente decente, quizás hubiera tenido en cuenta este hotel para próximas ocasiones (aunque jamás se diera el caso) o para recomendárselo a familiares, amigos o vosotras, mismamente. El café era de máquina, pero de las malas. Agua sucia que a la que ni siquiera me planteé darle más de dos sorbos. Los zumos tampoco eran naturales, sino que sabían a las bebidas Tang y la bollería/fruta dejaban muchísimo que desear. Tanto, que sólo desayunamos allí una vez y el resto de días nos buscamos la vida :)

La conexión wifi sólo llega a las habitaciones interiores del hotel (y de mala manera) y no tienen disponibles servicios que sí ofertan, como secador de pelo, por ejemplo.

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24 MARZO

Salimos los cuatro desde mi pueblo por la mañana y llegamos al mediodía, ¡qué atascos! Hicimos el check-in, nos enfundamos “la ropa de nieve” y nos dirigimos hacia la Estación de Esquí. La verdad es que me sorprendió lo bonita que es y el buen ambiente que se respira en cada uno de sus rincones.

Confieso que nunca había estado en montañas nevadas y mucho menos había esquiado, así que tampoco sabía muy bien qué iba a encontrarme allí. Aunque en internet avisaban de lo difícil que era aparcar allí en temporada alta, tuvimos bastante suerte y conseguimos dejar el coche en uno de los aparcamientos públicos. Puedes dejarlo allí todo el tiempo que quieras y el precio máximo es de 18€. Me pareció una ganga, después de los 15€ por apenas dos horas en Barcelona :P

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Teniendo en cuenta algunas de las recomendaciones que Andrea había visto, decidimos comer en Il Nuovo Little Morgan. Un restaurante pequeñito, pero acogedor y bonito. En la carta hay variedad de platos: ensaladas, entrantes, pizzas, pasta, carnes, pescados, etc.

Nosotros elegimos como plato central el queso frito Camembert con frutas del bosque y… Bueno, no estaba mal, pero se notaba en el sabor que había estado congelado.

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Las pizzas, por contra, estaban tremendas. La masa fina y crujiente, nada pesada, y muy rica.

Rematamos con un crêpe de chocolate que en el primer bocado supimos que se trataba de un error garrafal. Era como comer chicle embadurnado en chocolate Amalia. Nefasto.

En total pagamos 75€. Un precio más que razonable si todos los platos hubieran estado a la altura. No nos molestamos en dejar propina porque el servicio se asemejaba más al sabor del crêpe que al de la pizza ;)

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Bajamos la comida tirándonos con el trineo por la nieve durante un par de horas, podéis ver un documento gráfico aquí :P 

Después volvimos al hotel, nos pegamos una ducha y salimos en búsqueda y captura de un lugar donde cenar. En la carretera todo estaba cerrado y subir a la Estación de Esquí ni lo contemplábamos. Era tan tarde y estábamos tan cansados que la M amarilla de McDonalds nos hipnotizó y nos dejamos tentar por la comida rápida.

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25 DE MARZO

Este día lo teníamos reservado para hacer turismo en Granada. Es mi parte favorita de los viajes: descubrir las ciudades por las que voy caminando, sin parar de hacer fotos por sus calles y plazas. Es lo más enriquecedor de conocer nuevos lugares, pero cuando llega el final de las vacaciones te das cuenta de que estás más cansado que cuando comenzaron :P

Mi principal objetivo era La Alhambra. Tuve el placer de visitarla por primera vez con 14 años y necesitaba reencontrarme con ella 15 años después. Como muchas de vosotras sabréis, es el monumento más visitado de España y las colas para entrar son infinitas. Intentamos comprarlas por internet con una semana de antelación (*risas*) y fue imposible, sólo encontramos una visita nocturna de una hora a los Palacios Nazaríes por 6€/persona.

Todos los días se reserva un número determinado de entradas para comprarlas directamente en taquilla, así que decidimos probar suerte. Y lo cierto es que la tuvimos. Cuando llegamos y vimos la cantidad de gente que estaba esperando a sus puertas el ánimo se nos vino abajo, pero, justo en ese momento, llegó un Guardia de Seguridad y dijo que la zona para pagar las entradas con tarjeta de crédito estaba vacía. Salimos volando y conseguimos victoriosos un pase a toda La Alhambra, exceptuando los Palacios Nazaríes (lo que habíamos concertado por la noche).

Así que, ya sabéis, antes de poneros a hacer cola, comprobad que la zona de los cajeros esté libre ;)

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El horario de la entrada iba de 14:00h a 20:00h, así que decidimos aprovechar el resto de la mañana paseando. Dejamos el coche en el aparcamiento público de La Alhambra, el que, por cierto, tampoco cobra más de 18€ por un día completo.

A pesar de haber líneas de autobús que te trasladan de una zona a otra en cuestión de minutos, ya os he dicho que lo mejor para vivir la ciudad es caminarla. Por eso decidí calzarme mis zapatillas de deporte y dejar a un lado los botines. Además, las calles de guijarros pueden convertirse en nuestros peores enemigos :P

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Como Andrea y Chris habían estado en Granada hacía dos años, no íbamos completamente “perdidos”. Pusimos rumbo hacia El Mirador de San Nicolás, en pleno centro de la ciudadela de Albaicín.

Para llegar hasta allí tuvimos que atravesar el Paseo de Los Tristes, bañado por el río Darro y llamado así porque era el lugar por el que pasaban los cortejos fúnebres camino al cementerio. Recorrerlo era como sumergirse en un pueblo antiguo salpicado de callejuelas “misteriosas” y llenas de encanto.

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La subida hasta el mirador puede resultar dura si uno no está acostumbrado a caminar o su fondo físico no se encuentra es sus mejores condiciones. Reconozco que a mí me apasiona andar y que en estos momentos es cuando más me cuestiono si la reencarnación existirá realmente y si mi anterior cuerpo fue el de una cabra montesa :P De todos modos, la recompensa merece el esfuerzo. Las vistas desde la explanada de la iglesia de San Nicolás son absolutamente maravillosas, con La Alhambra enfrente escoltada por las montañas nevadas. Sentí envidia de todos los granaínos, por tener “a tiro de piedra” un lugar tan espectacular que, a pesar de estar colmado de gente, rebosaba paz.

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Justo al lado hay un bar, El Huerto de Juan Ranas, con las mismas vistas y la ventaja de poder contemplarlas sentado tomando un refresco. Aunque cuatro Coca-Colas nos costaron 14€, bien lo merecían. Un día es un día y, en nuestro caso, no todos podemos mirar al horizonte y encontrarnos con esta ciudad palatina andalusí.

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Para continuar con la tradición de tapeo de Granada, bajamos hacia el centro. Pasamos por el Zoco, rodeamos la Catedral (considerada la primera basílica Renacentista de España) y llegamos hasta la Plaza de Bib-Rambla. No recuerdo la terraza en la que nos sentamos a tomar algo, pero nos pusieron un plato de migas bien majo :P

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Esta plaza está comunicada con las calles comerciales más importantes de la ciudad. Me llamaron la atención sus preciosas farolas fernandinas de hierro y las casetas donde puedes comprar abetos, pinos o ramos de flores, dependiendo de la época del año.

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Una de las pocas cosas que conseguimos reservar a tiempo fue la comida de este día. Andrea había oído hablar de Lemon Rock Bar&Hostel, uno de los nuevos sitios de moda de la ciudad. Las fotos que me enseñó me convencieron a mí también y cuando llegamos allí los cuatro quedamos gratamente sorprendidos. El lugar tiene una decoración chulísima, es espacioso y, sorprendentemente, muy tranquilo.

El servicio es muy amable y atento y la comida… ¡Deliciosa!

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Pedimos empanadillas argentinas (brutales), croquetas con roquefort (muy ricas) y lágrimas de pollo (OMG!) para los cuatro. Como principal, Ángel, Andrea y yo elegimos hamburguesa con queso de cabra y Chris un “solomiyaki” con una pinta… Indescriptible :O

Aunque estábamos llenos, literalmente, pedimos un pedazo de tarta Guinnes. Para mi gusto, el plato más flojo de todos. A decir verdad, estaba muy rica, pero no tanto como la que estoy acostumbrada a comer en Albacete.

Pagamos 98€, la comida más cara de todo el viaje pero una de las mejores y más completa. De hecho, ¡no nos hizo falta ni cenar esa noche!

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Ya, con el estómago contento, había llegado la hora de perderse por los jardines de La Alhambra. Llevaba muchísimo tiempo sin sentirme tan relajada y en paz conmigo misma, como dentro de esa fortificación roja. El sonido constante del agua, la abundante vegetación y el sol colándose entre los árboles desprenden una energía y magia únicas.

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Fue allí cuando tuve claro que Granada es una de las ciudades en la que me gustaría vivir en un futuro. Aunque he visitado lugares fascinantes, esto no es algo que piense con frecuencia. Por ejemplo, París me robó el corazón, pero ni siquiera se me pasó por la cabeza mudarme allí. Es algo que sólo me ha salido de dentro en Palma de Mallorca y aquí.

Son ambientes muy diferentes, pero envolventes. El encanto de una isla paradisíaca y el de una ciudad que exuda historia por cada una de sus grietas.

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Creo que una de las mayores ventajas de ser castellano-manchega es precisamente ésa, no sentir un especial apego por mi tierra y valorar todo lo que está fuera con mayor “libertad”. Generalizar sólo nos conduce al error, pero es cierto que en Castilla-La Mancha no estamos tan enraizados a lo “nuestro” como en otras Comunidades Autónomas.

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Como os he dicho, nuestra cena consistió en continuar digiriendo el menú de Lemon Rock, regado con botellines de agua mineral y café :P

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26 DE MARZO

Este día pasará a la historia de mi vida como el primero en el que me calcé herméticamente unos esquís y me lancé pista abajo como buenamente entendí. Pero antes de llegar a este momento, hubo varias crisis que el equipo tuvo que superar.

La principal: yo no quería esquiar. El problema: el maldito concepto de “equipo” y que ya habíamos comprado los Forfaits dos días antes (aunque estos se pueden devolver).

Odio el frío, la nieve me gusta verla de lejos (mejor en foto) y no me hacía falta probarlo para saber que mis aptitudes esquiadoras eran prácticamente nulas. Ángel sí que sabe esquiar y el pobre llevaba sin pisar la montaña muchos años, casi los mismos que llevamos saliendo juntos (¡dejad de mirarme mal!). Andrea y Chris no habían esquiado nunca, pero no tenían ningún inconveniente en hacerlo. Así que mi plan era mandarlos a ellos allá arriba mientras yo dormía un par de horas más, me pegaba una ducha épica para despejarme y adelantaba el post de Domingos de Street Style para que estuviera publicado puntualmente. Lo que yo llamo montárselo de cine, vamos.

A pesar de ser la más mayor, y la que debería haberse erigido como jefa, los demás se negaban a abandonarme a mi suerte en el hotel.

¡Pobrecilla, aquí sola…!
Por todos los dioses, ¡si lo hago porque quiero, nadie me está dejando atrás!

Las cosas se pusieron serias. Si yo no esquiaba, nadie esquiaba y se buscaba una alternativa en la que yo también participara. Comencé a sentirme mal por chafar el clamor popular, así que, ataviada con mi pijama de bulldog inglés y cuadros escoceses, vociferé que ya estaba bien, que fueran a por la maldita ropa térmica, que el equipo esquiaba. No me detendré en contaros cómo la cara de Andrea pasó de un saludable sonrosado mañanero al blanco más puro y niveo. Porque, claro, es muy bonito aprovecharse de la negativa de Mariko para camuflar las mismísimas pocas ganas de esquiar. Pero ya era tarde, me habían encendido y allí ese día se esquiaba aunque tuviera que tallar cada uno de los esquís a mano con los ceporros de la chimenea.

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Ya que el desayuno del hotel no nos hubiera dado la energía suficiente como para afrontar una jornada intensa en la nieve, decidimos probar suerte en la propia Estación. Sin ningún tipo de referencia, pasamos al Bar Vertical y fue estupendo.

Buen café, zumos naturales y tostadas riquísimas. Podías elegirlas con tomate solo o también con jamón, con mantequilla y mermelada o con queso. Los cuatro desayunos costaron 25€.

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Para mí ya era difícil mantenerme en pie con todo el equipamiento puesto. Me caí al suelo antes de deslizarme por la nieve para dirigirme a la pista de principiantes e impacté con un señor en el trayecto. Lo que a todo el mundo le parecía “salir solo”, a mí me costaba sudor y lágrimas, por no hablar del dolor de muñecas y costillas al hacer fuerza con los bastones para evitar lo inevitable.

La primera vez que bajé la pista con una inclinación cercana al cero perdí el equilibrio tres veces. Realmente no podía creer cómo había niños que no sólo me pasaban de largo a velocidades de vértigo, sino que encima tenían la desfachatez de saltar delante de mis narices sin despeinarse.

Reconozco que me rendí al llegar abajo y que me quité todos los aparejos para arrojarlos en uno de los laterales de la pista mientras maldecía a mi novio, a mis amigos y al Mulhacén. Me dejé caer en la nieve abatida y caí presa de la negatividad y la frustración.

Pero yo no soy así. Bueno, un poco cascarrabias sí, pero siempre que me caigo lucho para levantarme, me cueste lo que me cueste. Ya que estaba allí, no pensaba dejar pasar las horas delante de mis narices sin volver a intentarlo. Además, mi novio había tenido la oportunidad de esquiar en otras pistas y se había quedado allí, conmigo. Quedarme sentada frunciendo el ceño no era una opción, pero volver a ponerse los esquís y subirse al remonte, sí.

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Aquí podéis ver un mini-vídeo que grabó Ángel cuando conseguí moverme sin perder el control. Decidí ser paciente y dejar que él me enseñara como una buena alumna. Lo repetí varias veces, incluso me atreví en un lugar más inclinado. También me caí, pero lo asumí con una sonrisa y seguí hasta el final :)

No puedo decir que este deporte me haya robado el corazón, pero no me importaría seguir aprendiendo. Ya me ha servido para recordar que nunca hay que rendirse, que la paciencia es una de las mayores virtudes y que dejar que los demás te ayuden no supone ningún fracaso, sino todo lo contrario ;)

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Hacia las 4 de la tarde devolvimos la equipación y comimos en Sherpa. Un restaurante que no tenía mala pinta, pero que una vez dentro no nos gustó demasiado. Aunque la comida no estuvo mal, el servicio no fue muy bueno y el estado del baño no quiero ni recordarlo.

El precio fue de 65€ por cuatro platos individuales y dos entrantes (patatas bravas y fritas congeladas).

Seguimos en la Estación hasta bien entrada la tarde. Ellos disfrutando del trineo y yo de las vistas :)

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Por la noche volvimos a bajar a Granada con la intención de dar una vuelta y cenar. Paseamos un poco, nos topamos con una procesión y acabamos en Trattorie del Mediterraneo, una pizzería bastante bonita que también tenía terraza climatizada en la calle.

El ambiente era tranquilo e íntimo a la luz de las estufas de gas y las velas. Los camareros no pudieron ser más simpáticos y amables y la comida no se quedó atrás. Sobre todo el postre de la casa: una góndola rellena de Nutella con nata y sirope de chocolate. Os prometo que estuve hablando de ese postre durante el resto de la noche y parte del día siguiente.

Qué bueno estaba, ¿eh? 
Dios, ¡pasarán años hasta que vuelva a comerlo!
¿Os imagináis que no lo llegamos a pedir?
¡Pero qué rico…!

Las cuatro pizzas, un entrante y la “góndola” salieron por 59,10€. El mejor en relación calidad-precio.

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El domingo lo dedicamos a descansar lo máximo posible antes de abandonar nuestras habitaciones e iniciar la vuelta a casa. La verdad es que me hubiera gustado aprovechar el día, o bien esquiando por al mañana (sí, ¡para matarme!), o en Granada ciudad. Pero Andrea y Christian viven en Zaragoza y aún les faltaba un largo camino por recorrer.

A pesar de las más de 3000 palabras que tiene este post, las vacaciones me supieron a poco. Es algo que siempre repito como un resorte, pero habría necesitado un par de días más para disfrutar del entorno y, cómo no, de la compañía.

Ahora sólo pienso en repetir experiencia y volver a conquistar más lugares con el “equipo” :))) Ha sido una de las mejores vacaciones de los últimos años <3

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Quien haya llegado hasta el final, ¡que me dé un silbidito! Así me ayudaréis a saber si os interesan este tipo de posts o no ;)

Espero que os haya gustado esta entrada tan especial para mí y que me contéis qué os ha parecido en comentarios. Ya me diréis si os ha sido de utilidad para futuras escapadas :)

¿Conocéis Granada?
¿Y Sierra Nevada?
¿Qué es lo que buscáis en vuestras vacaciones? ¿Playa, montaña, turismo, desconexión…?

Muchísimas gracias por leer, comentar y compartir. Y, sobre todo, gracias a mi novio y mis amigos por ser los mejores compañeros de viaje <3

¡Nos leemos pronto!

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28Comentarios

  1. Meleva says:

    Ohhh que envidiaca me has dado, te sigo desde hace poquito pero no me pierdo un post tuyo, sobre todo de viajes que me encantan! Yo no soy granaina, soy de Jaén, pero Granada es mi casa, porque allí efectivamente la tengo, en un pueblo del cinturón (Armilla) por lo que todo lo que has mencionado, me pilla a tiro de piedra, y ahora que por circunstancias laborales me encuentro viviendo en Italia (venga, ahora toca pensar Italia! Que envidia! Que suerte!…… Y no voy a negar que es una experiencia increible, pero nunca he valorado tanto la suerte que tenemos de ser españoles y del pais y la cultura que tenemos, hasta que haces vida fuera y estás deseando volver), dicho ésto, Granada es muy especial, sus calles, su historia, su gente, su cultura, su gastronomía, su tapeo… La nieve y la playa cerquita, y como bien dices el monumento más visitado de España jeje. Me he reido mucho con tu experiencia en la nieve, porque yo sólo he esquiado una vez y no pasé de la alfombra tampoco, y a mi marido le encanta! Este año nos pillaban los alpes muy cerca y allí que nos fuimos en Semana Santa y no consiguieron que me enfundara los esquies. Con lo agustico que estaba yo en las cafeterías y tiendas de Livigno! Espero leer futuros posts de viajes que hagais, porque déjame decirte que tengo varios sitios anotados en Barcelona que leí en tu post, y que pienso visitar la semana que viene que vamos allí.

  2. Eternalist says:

    Me ha encantado el post Mariko! Estuve en granada hace muchos años, cuando aún era una niña así que no me importaría volver allí para disfrutar ahora de la ciudad y de verdad valorar lo bonita que es.
    Sobre el sky ya sabes mi experiencia, a pesar de nunca haberme puesto unos esquís le tengo una poca manía ;)
    Sin duda la buena compañía siempre hace que cualquier plan sea mucho mejor.
    Un beso!

  3. Mary says:

    Me.encanto tu post!!!

    Besos

  4. Eve says:

    Impresionante tu viaje por Sierra Nevada, algún día espero poder ir a conocer tan bello lugar.

    Me han encantado todas tus fotos del lugar y que describieras tan bien tu viaje, se nota que te la pasaste increíble. Lo que me vio envidia fueron todas las fotos de las cosas tan ricas que probaste, esas empanadas y las pizzas tienen una pinta tremenda. :P

    ¡Saludos desde México!

  5. Ana says:

    Como me alegra saber q te ha gustado mi tierra! Desde hace 3 años vivo en Córdoba y también te animo a venir, se q no te defraudara! Un besazo!

  6. mareas says:

    Disfruto mucho con tus entradas de los viajes porque me haces viajar a mí también.
    Me encanta el Sur, no conozco Granada ni Cordoba pero este año va a ser el año que me voy de tour en Octubre, unos días a Cordoba, otros a Sevilla y de vuelta me quedaré en Granada.
    Un beso.

  7. The light she brings says:

    Adoro Granada, he ido dos veces pero es de los lugares a los que no te importa repetir una y otra vez, tiene un encanto que pocas cuidades tienen, me encanta perderme por esas calles.
    Preciosas todas las fotos! se nota que lo habéis pasado en grande ;)
    Besazoss
    The light she brings

  8. Aurora says:

    Fiuuuuuu! Genial. Mañana voy a Granada con mi novio y buscando en internet he encontrado tu post! Me ha gustado mucho, me quedo por aquí. Muchos besos de una sevillana

  9. Eneri says:

    Llevo más de 14 años con mi novio y aún no ha conseguido que vaya a esquiar. Para pasarlo mal yo y el resto de mis acompañantes prefiero ni intentarlo. Soy demasiado torpe!! Eso si, veo imágenes como las tuyas y me da una envidia…

  10. Anna says:

    Hola!

    Fiuuuuuuuu me gustan los post largos, divertidos y novelados… y lo sabes!!! jijiji

    Estuve en Granada en Semana Santa hace mil y las procesiones, el olor a cera por las calles, los jardines del Generalife, el color púrpura de los lirios y de los capirotes, las celosías y los azulejos de la Alhambra, las cuestas empedradas, la luz… estarán en mi memoria para siempre…

    Ya te dije ayer que la cosa de la chimenea tiene su arte, jijiji
    Muxutxos | Anna

  11. Jazmina says:

    Fiu fiuuu! (llegué al final). Me gustan este tipo de entradas, sobre todo si pienso visitar Granada en un futuro porque no conozco a nadie que me haya hablado mal de ella. Estuve un año viviendo en Sevilla y voy casi todos los años porque tengo familia allí. Y a mí me sigue emocionando pasear por la Plaza de España y por el centro. Ese año vi un poco de Córdoba, pero a Granada le tengo muchas ganas. Me han llamado la atención los precios, la mayoría carísimos. Pero como dices tú, si vale la pena se paga sin problemas pero si la comida es una castaña, me cabrea. Un besote!

  12. Eri says:

    Un silbido desde aqui porque me ha gustado un monton leer tu entrada!!! La verdad es que yo nunca he visitado Andalucia (sacrilegio!!!) y las fotos que has puesto de Granada me parecen preciosas!! Es un sitio que tengo pendiente desde hace mucho y la verdad, muchas veces tendemos a viajar fuera y conocer otros paises de Europa cuando aqui tenemos cosas igual de bonitas.

  13. Andrea A. says:

    Me ha emocionado mucho este post y me ha traído mil recuerdos, Mariko. Estuve viviendo en Granada 7 años y no hay día en el que no la eche de menos. Me encanta Madrid pero Granada es especial; es una ciudad que te envuelve, que te hace querer volver a ella una y otra vez, con un encanto que no tienen otras ciudades sin duda alguna. Además es la ciudad en la que comencé mi vida adulta, en la que conocí lo que es la verdadera amistad, el amor, y mil cosas más. En definitiva, Granada es mi ciudad y lo será siempre, por mil años que pase fuera de ella. Soy gaditana de nacimiento, pero granaína de corazón.
    Me alegro muchísimo de que te haya gustado tanto como a mí y que hayas disfrutado tanto de tus vacaciones :) ¡Un beso!

  14. Pretty Little Lawyer says:

    Qué preciosas son todas las vistas, la verdad que este post es tan completo que parece estar viendo una película.
    Me encanta cómo lo muestras y describes. La comida tiene una pinta estupenda, qué pena que el bungalow no fuera del todo lo que esperaras porque a mí también me encantaría sentarme frente al fuego relajada.
    Un besito guapa :)

  15. Stefania (TabataReal) says:

    uauuuuuuuuuu fantástico Post y fantásticas vacaciones. Yo visité Granada en un día, así que me quedé con la miel en la boca…Me apetecería un día volver!!
    Nunca he practicado el esquí pero si soy sincera, tampoco es un deporte que me llame mucho la atención, sin embrago aunque tu experiencia en el hotel no fuera de las mejor, me ha gustado el panorama que pudisteis disfrutar.
    Desde que vivo a Mallorca, mis vacaciones la mayoría de las veces han sido para volver a Italia, aunque en octubre nos concedemos casi siempre un viajecito de algunos días para despejarnos y aprovechar para conocer nuevos lugares. Me encanta visitar nuevas ciudades, disfruto descubriendo las acostumbres que tienen las personas del lugar y me apasiona probar platos nuevos, aunque estoy limitada por problemas de salud.
    Feliz de saber que te lo pasaste genial.

    Un besazo bella florecilla

  16. Mai says:

    ¡Hola!

    Hace tiempo que te sigo y me gustan mucho tus posts, tanto de belleza como de otros temas (casi esos más que los de belleza) y la manera en la que cuentas las cosas. Además, soy manchega como tú. Normalmente no suelo escribir, porque me puede la timidez y el pensar que no tengo mucho que aportar, pero hoy he leído un parrafito que no me ha dejado indiferente, y me gustaría transmitirte mi opinión (con todo el respeto del mundo). :)

    Me refiero a la opinión que tienes sobre nuestra tierra. Pensar que lo de fuera es lo mejor del mundo y lo nuestro no vale tanto como para apreciarlo (que es lo que se desprende de tu comentario: “Creo que una de las mayores ventajas de ser castellano-manchega es precisamente ésa, no sentir un especial apego por mi tierra y valorar todo lo que está fuera con mayor “libertad””) lejos de denotar cosmopolitanismo, denota una forma de pensar muy vetusta y cerrada.

    Obviamente La Mancha no se puede comparar a otros sitios y puede que no tenga tantísimo encanto como otros lugares, o más bien puede que ese encanto sea diferente. Lo que está claro es que no nos han dejado darnos a conocer lo suficiente, eclipsados por otras regiones y envueltos en tópicos casi siempre negativos (tierras hostiles, secas y de gente tosca y campestre). Opiniones parecidas a la tuya poco ayudan a sacarnos de los tópicos y poder así mostrar los encantos escondidos (que los hay y muchos).

    Te diré que yo antes de salir de mi (nuestra) tierra pensaba de un modo bastante similar al tuyo, pero después de vivir muchos años en otros lugares, ciudades grandes y modernas, tanto de España como del extranjero y vivir en la actualidad fuera (y no tener previsto volver, por cuestiones laborales), este bagaje me ha permitido valorar a la Mancha de una manera totalmente diferente: tenemos un diamante en bruto que si no queremos los que somos de aquí, ¿quién lo va a apreciar?

    Gracias a mi experiencia viviendo fuera de la Mancha he aprendido a apreciar lo nuestro (y ojo, que no me considero chovinista y soy objetiva y por supuesto que la Alhambra y Granada son mucho más bonitas que muchas cosas que tenemos en nuestro territorio, cada cosa en su lugar. Por otra parte, obviamente hay cosas en La Mancha que dejan mucho que desear a algunos niveles). Al principio yo decía: “en la Mancha no hay nada” y claro, si alguien dice eso a una persona de fuera pues esa es la idea que se va a transmitir a nivel general. Ahora explico a la gente de fuera la muchas cosas que se pueden encontrar: lagunas de Ruidera, Campo de Criptana, Río Mundo, pequeños pueblos llenos de historia, como Villanueva de los Infantes, Almagro, etc. y creéme que cuando la gente de fuera conoce todos estos sitios alucina de verdad.

    Siento haber metido esta chapa en tu muro de comentarios, pero es que me parece muy injusto como nosotros mismos hacemos de menos nuestra tierra. Y por supuesto, espero que no te lo hayas tomado a mal, esa no es en ningún caso mi intención.

    ¡Un saludo!

    1. Mariko says:

      ¡Hola Mai!

      Me temo que, o no has entendido del todo lo que quería decir, o yo no he conseguido explicarme correctamente.

      En ningún momento he despreciado nuestra tierra, ni he considerado que lo de fuera sea sistemáticamente mejor. Simplemente, que porque esta Comunidad sea la mía no me parece la mejor sin molestarme en comprobarlo por mí misma. Conozco a personas de casi todas las partes de España y lo que noto es precisamente eso: que la mayoría, por haber nacido en X lugar, lo sienten como el mejor y viajan a otros sitios pensando que nada de lo que vayan a encontrar va a poder superar lo que tienen.

      No creo que mi pueblo o mi zona sea peor que las demás, pero tampoco la mejor. Tiene cosas que a mí me gustan y otras que no, al igual que cualquier otro pueblo/ciudad ;)

      Aún me queda mucho por descubrir de Castilla-La Mancha, pero justo las zonas que has comentado las he visitado con el colegio o por cuenta propia con amigos o mi chico. Son lugares que me encantan, pero no por ser castellano-manchegos, sino porque realmente me han conquistado.

      Eso es lo que quería transmitir con mi frase, que me siento más libre que otras personas para valorar lo que hay más allá de mis narices.

      Por supuesto que no me ha molestado en absoluto tu comentario, ¡para eso están!, no sólo para decirme que todo lo que ven aquí es maravilloso.

      Gracias por leerme y por plasmar tu opinión,

      ¡un beso!

  17. Nuria Muñoz says:

    Fiuuu!! hemos llegado al final! ;)

    Tengo suerte de vivir no muy lejos de Granada, y recuerdo que en el colegio era una de las excursiones recurrentes (más que nada, nos llevaban el parque de las ciencias, y la verdad que a mi me encantaba ir). La visité ya de más “mayor” el año pasado, y coincido totalmente con lo que describes acerca del encanto de sus calles y el embrujo de la Alhambra. En particular, recuerdo la caminata que nos dimos por el paseo de los tristes mientras atardecía, y la verdad que la sensación de paz que te ofrecen las vistas es inigualable. Nos quedamos con ganas de ver algunas cosas (fue una visita fugaz) así que en cualquier momento planearemos volver.
    Respecto a los deportes en la nieve, ejem, creo que me voy a abstener, el equilibrio no es uno de mis fuertes je je.
    Si no has visitado nunca Córdoba, te la recomiendo mucho! para mí, es la ciudad andaluza con más encanto.
    Un beso!

  18. Rosa says:

    Me ha gustado mucho el post, los viajes son una de las cosas que más me gustan y siempre me gusta leer las experiencias de los demás cuando lo hacen.

    Yo conozco Granada, mi chico es de un pueblo cercano y nos dejamos caer por allí de vez en cuando. La sierra también la conozco y he esquiado en ella. Mis inicios fueron de pena la verdad pero es que “mi querido” me lanzó por Borreguiles la primera vez que esquiaba (yo me fiaba de él) y lo primero que hice fue caerme y que el esquí saliera volando… Le grité un poquito, para que nos vamos a mentir, y cuando conseguí ponerme el esquí y bajar a la zona “plana” me subí en la cinta con los críos pequeños muy dignamente, él conmigo claro.
    Aún así, me atreví a bajar borreguiles después de haber practicado un poco e incluso bajamos el río, aunque fue una temeridad por nuestra parte pues a punto estuve de chocarme con gente y claro, a nadie le apetece que una loca lo arroye. En fin… ahora tengo anécdotas que contar al menos…

    Un saludo Mariko!

  19. mynoisysecrets says:

    Te doy un silbidito!!! Me ha encantado el post, y sí, a mi me interesan también este tipo de entradas, ayuda a conocer sitios, opiniones, y bueno, ahora lo tengo en mi lista de lugares a donde me gustaría ir!

    Me ha parecido de lo más divertido, educativo (sí, educativo) y me parece que esto refleja mucho más tu cercanía con las que te seguimos (y los, que haberlos haylos). Tanto Andrea como tú estáis preciosas en cada una de las fotos, y vuestros chicos también!!!

    En cuanto al esquí, a mi me da terror. La nieve me parece preciosa, pero soy muy pato y si ya de por sí me caigo con facilidad, montada en unos esquís puedo ser un arma letal (ojo a los eeuu quizá me tienen que fichar con esquís ;) )

    Lo dicho, que me ha requetesuperencantado y esperamos el próximo viaje del equipo ;)

    Besotes y feliz semana!!

  20. Ardid says:

    Jo, pues casi casi coincidimos en Granada!!! Era una de las posibilidades que yo y mi (nuevo) chico nos planteamos, pero acabamos en Valencia ocupando la casa de un amigo común ^^

    A mí el ski y todos los deportes de nieve me desmotiva a saco, bien por intentarlo pero yo me hubiera pasado el día en una cafetería consumiendo té y leyendo seguuuuro. Eso sí, son amargura ninguna.

    Me alegro de que lo pasárais tan bien! Qué guapos sois todos! XD

  21. Elvira says:

    Que devenido ha sido tu viaje , al leerlo has hecho que vaya de vacaciones yo tb. como por aquí no puedo silbar este icono lo representa . Ha sido un placer leerte y te animo a que lo sigas escribiendo , tus viajes o tus pensamientos… cada vez que te apetezca.
    Gracias por compartir tu viaje. Un Abrazo

  22. Sheila says:

    Guau!!!!

    Tres confesiones:
    1. Eres la única blogger a la que sigo. No me apasiona leer, la verdad. Pero disfruto taaaanto tus posts, que no me pierdo ni uno.
    2. Me han entrado ganas de volver a la Alhambra al leer tu descripción de ella!!!! Pero esta vez, con mi marido y mis peques <3.
    He ido varias veces a Granada. Tengo familia en Andalucía y mi abuelo era de Güejar Sierra (al ladito de donde habéis estado).
    3. Me siento identificada contigo en lo de esquiar: no me gustó, me daba pánico, no quería ir… la diferencia contigo es que sigo pensando lo mismo: no vuelvo!!!! Jajajajaja

    Un gustazo leerte, como siempre.

  23. Emilia says:

    Hola Mariko fiiiiu fiiiiu!!! Vaya viaje más bonito y menudas fotos espectaculares!! Siento la decepción del bungalow…pero éstas cosas ocurren con mucha frecuencia, pero se ve que a pesar de eso lo pasásteis muy bien!! Por cierto…no te veo yo de cabra montesa con lo mona y estilosa que eres siempre jiji, y te admiro por superar el reto del esquí, nunca he esquiado pero confieso que hubiera intentado la misma estrategia que tú!!! A pato mareado no creo que me ganes jeje, bueno guapa feliz lunes !! :)

  24. MaribelPoncolorentuvidaya says:

    Ay!!!! Como me has hecho recordar mi Granada!! Y es que suscribo cada una de tus palabras. Es una ciudad en la que nos gustaría vivir y eso que somos muy murcianas!!!! Pero es que ese encanto que desprende por cada una de sus calles, la gente encantadora que vive allí y, como no, la Alhambra, esa maravilla, siempre te deja con ganas de más. Eso sí, creo que con el skyno me hubiera atrevido….y tú que sales tan divina en las fotos…pareces una profesional!!! Un post de 10, como siempre. Mil besicos y a seguir disfrutando!!!!

  25. Saramkup says:

    ¡ Me ha encantado el Post !
    Sí he visitado Granada y la Alhambra dos veces :)
    La segunda casi muero de un golpe de calor …. jajaja !! pero aún así la amo.
    Andalucía es preciosa… y su comida, sus calles, su gente ¡Ahora me ha entrado mono de ir!. (De la nieve no opino, me gusta pero por el bien de los demás y me integridad física me retiré de las pistas hace mucho)
    Un beso gordo!
    Nos vemos en tres días ¡¡jajajjaa!! :P

  26. Andrea says:

    Nadie hubiera podido describir mejor nuestra aventura. Reconozco que me he reído a lágrima viva recordando la “escena” en la cama a las 9 de la mañana pensando si esquiábamos o no jjajaja no, si a cabezona no te gana nadie!! Pero al final estuvo bien la experiencia :) Las fotos son preciosas y la verdad que la zona lo es, tanto la ciudad como la zona montañosa. Granada es de esas ciudades que cuando la visitamos por primera vez, se nos quedaron ganas de volver, y quién nos iba a decir que iba a ser tan pronto y en estas condiciones! Muchas gracias por ser nuestros compañeros de viaje y aventuras ^^ Muaaaac!!

  27. Patricia says:

    Yo he llegado al final y me encantas estos post tanto por anécdotas como por toda la información recibida! A mi aún me faltan dos días por mostrar de cuando estuve en Salamanca y me falta tiempo porque le meto más rollo… Pero esq quiero dar toda la información disponible a mi alcance para quien lo lea y se embarque en las mismas aventuras q las mías no cometa lo s mismos errores que yo (o sí si han sido fortuitos).

    No conozco ni Granada ni Sierra Nevada. El primero está en mi lista para futuros viajes juujujujuju. Y a mi meencanta viajar primero para desconectar y segundo para turismear. No me importa el destino, simplemente quiero enrriquecerme de su ambiente, lugares y gente.

    Un beso Mariko.

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