Lo confieso: me encanta el color coral. El 90% de mis coloretes son corales y uno de mis favoritos se llama Coralista, ajem. Recientemente he comprado una sombra coral (que os enseñaré la próxima semana) y desde hace meses mi labial de cabecera es… coral. Y no quiero hablar de ropa (pero tengo una pulsera PRECIOSA de coral -esta vez rojo- del Pacífico que es…).
Compré el labial 16 de Kate Moss en invierno y desde entonces no he dejado de usarlo. Moriré de pena cuando se acabe pero… es superior a mí dejarlo ahí, muerto de risa. Me gusta muchísimo cómo queda en la piel clara, pero me chifla el contraste con mi ligero bronceado. El look que quiero enseñaros hoy tiene un par de semanas (quizá tres), cuando ya llevaba unos cuantos días tomando el sol. No estaba “tan” morena como ahora, pero creo que se nota la diferencia a la que me refiero.
¿Lo vemos?