Las BBCreams no han llegado a conquistarme nunca. Seguramente por desconocimiento al haber probado poquísimas, pero a la hora de maquillarme siempre he preferido usar una base ligera que una BBCream. Sobre todo porque no me maquillo a diario y cuando lo hago busco un efecto más pulido que el que suelen ofrecer las cremas con color.
Cuando supe que empezaría a trabajar en junio pensé que lo más idóneo sería llevar un aspecto “despejado” en mi día a día. Lo peor de llevar la cara lavada para atender a la gente no es parecer más o menos arreglada, sino cansada. Las ojeras y el tono apagado no colaboran, ¿verdad? Aunque la mayoría de mis bases no son demasiado cubrientes decidí que era el momento de lanzarme a por una BBCream que me permitiera sentirme cómoda y perder el mínimo tiempo posible por las mañanas, combinando hidratación, cobertura y protección solar.
Mis tres candidatas fueron la de Kiehl’s, la de NARS y la de Biotherm. La primera me gustó mucho cuando la probé, pero no tener un Kiehl’s cerca me echó para atrás porque sólo pido online cuando hay descuentos sexis. La segunda la probé gracias a unas muestras que me envió Alejandra y me encanta el acabado que deja en mi piel, pero es poco práctica cuando vas a estar manipulando cosas y con papeleo, ¡se transfiere muchísimo! Hice un examen con ella y menos mal que llevaba la goma de borrar en el estuche para poder medio eliminar los restos de base en los folios.
¿Por qué me quedé con Aquasource de Biotherm?