El sábado pasado me invitaron a la comunión de un familiar de Ángel e, inmediatamente, me asaltó la eterna duda: ¿¡Y yo qué me pongo!?
A la mañana siguiente decidí abrir mi armario (antes que visitar las tiendas online) para barajar diferentes opciones. Siempre nos proponemos comprar ropa formal que podamos reutilizar, pero, cuando llega el momento de asistir a algún evento, da igual cuánta ropa tengamos, nunca nos parece suficiente o no la encontramos adecuada.
Olvidamos que lo más divertido de la moda es poner a prueba nuestra creatividad, así que si os quedáis por aquí os enseño uno de los outfits que creé a partir de prendas básicas que todas tenemos en casa.
Last Saturday I was invited to an Angel‘s relative communion, and, immediately, I had the eternal doubt: what should I wear!?
The following week I decided to open my closet (before visiting online shops) to consider different options. We always intend to buy formal clothes which we could reuse, but when the event arrives, no matter how many clothes we have, they’re never enough or we don’t find the suitable ones.
We forget that the funniest thing of fashion is to test our creativity, so if you stay here, I’ll show you one of the outfits I made with some basic clothes that everybody has at home.