¡Hola a todas!

Antes de que termine este mes de enero, me gustaría dar por finalizado el repaso general a todos los descubrimientos/decepciones de maquillaje y cosmética que hice el pasado 2016. Por lo que veo, es más que posible que me pille el toro, ya que sólo hemos repasado el apartado de maquillaje (podéis leerlo aquí) y aún queda mucha tela por cortar.

Así que… ¿Qué os parece si nos dejamos de cháchara y entramos en materia?

¡Hoy la cosa va de brochas!

Conforme van pasando los años, valoro más encontrarme con una buena herramienta de trabajo que con un colorete espectacular, por ejemplo. De hecho, me cuesta mucho menos desembolsar una cantidad elevada de dinero en la compra de una brocha de calidad que a la hora de llevarme a casa cualquier otra novedad del mundo del maquillaje.

Llevo maquillándome casi la mitad de mi vida, pero no comencé a mostrar verdadero interés por la pincelería hasta 2010 (¡que se dice pronto!). Después de 6 años de pruebas, una se vuelve cada vez más exigente. Al principio creía que tenía mucho más valor una buena técnica y que cualquiera con un poco de pericia podría sacarle el mismo partido a casi cualquier tipo de brocha/pincel, pero me equivocaba.

Sigo pensando que la habilidad de cada persona es primordial, pero es innegable que un buen aliado puede facilitar las cosas de manera exponencial. Para uso personal quizás no sea tan evidente, pero cuando se presenta la ocasión de maquillar a alguien las cosas cambian por completo y el resultado puede ser muy diferente. Por ello, me parece fundamental disponer, no tanto de brochas y pinceles de gama alta y precios muy elevados, sino de material en el que podamos confiar al 100%.

Estoy segura de que la mayoría de vosotras sabe qué pincel ha de escoger de su kit cuando busca un difuminado perfecto o con cuál se siente más cómoda y segura a la hora de trazar un delineado, ¿verdad?

Pues bien, a continuación veréis cuáles han sido esas brochas y pinceles que durante el 2016 han conseguido sorprenderme y que, sin duda, han logrado hacerse un hueco entre mis imprescindibles.

¿Empezamos? ;)

BASE DE MAQUILLAJE

Para hacer honor a la verdad, debería aclarar que el 2016 fue el año de las esponjitas. No sólo volvió a cobrar protagonismo la afamada Beauty Blender, sino que el formato cushion se apoderó de mi neceser, por lo que apenas era necesario utilizar ninguna brocha.

Sin embargo, esto no ha podido evitar que en mi camino se cruzaran estas dos maravillas de Urban Decay y Beter.

– Urban Decay Optical Blurring F105: Dejando a un lado el mango gris metalizado, ¿a quién os recuerda esta brocha? ¿A la pelirrojita de Bobbi Brown…? ¡Bingo! Tanto la forma como el corte del pelo son muy similares a Full Coverage Face: punta redondeada, fibras sintéticas muy suaves y densidad media. Con ella integrar la base de maquillaje es facilísimo, ya que consigue extender y difuminar cualquier producto en crema sin ningún esfuerzo. Al no tratarse de una brocha excesivamente tupida podríamos pensar que funcionará mejor con bases ligeras, pero con las cubrientes también hace un trabajo impecable (All Nighter de Urban Decay, te estoy mirando a ti).

Apenas absorbe producto y se limpia y seca con mucha rapidez. Sin comerlo ni beberlo, se ha convertido en mi brocha favorita para aplicar bases de maquillaje, ¡ahí es nada! ;)

– Beter Elite 23 Medium Foundation Brush: Las “lenguas de gato” nunca han sido santo de mi devoción, pero sería hipócrita por mi parte no admitir que siempre que uso Face&Body, tanto de MAC como de MUFE, termino recurriendo a ellas. Me encanta distribuir el fondo de maquillaje con este tipo de brochas, sobre todo cuando la elegida tiene la suficiente calidad como para no dejar finas líneas de producto y lo funde a la perfección. Este es el caso de 23 Medium Foundation Brush, una “lengua de gato” bastante tupida que difumina estupendamente. Su pelo sintético es suavísimo y con él es prácticamente imposible desperdiciar producto. También uso estas brochas para preparar la piel con sérums, primers o cremas hidratantes.

Relación calidad/precio de 10.

CORRECTORES

Desde hace años soy muy fiel al pincel 142 de Zoeva (¡tengo dos!), pero de unos meses a esta parte lo voy alternando con estos dos pequeños :)

– Beter Elite 52 Medium Concealer Brush: ¡Otra “lengua de gato”, sí! Pero en este caso “mini” ;P Es sorprendente lo bien que se trabaja el corrector con este pincel. Cuando lo recibí no deposité ninguna esperanza en él, pero con los primeros usos me di cuenta de que, de vez en cuando, es positivo darle una oportunidad a aquellas cosas que nos provocan cierto rechazo sin saber muy bien por qué. Aunque el tamaño es medio para la zona de la ojera, es bastante preciso, permitiéndonos acceder al contorno del ojo sin estropear el resto del maquillaje. Me gusta mucho para extender el precorrector salmón de Urban Decay con el que neutralizo el color de mi ojera y para los correctores fluidos en general. También se adapta a las aletas de la nariz y sirve para perfeccionar el contorno del labio una vez maquillado.

– Urban Decay The Finger Brush: Éste se parece mucho más (en “concepto”) a 142 de Zoeva: tupido y redondo, aunque con ciertas mejoras. The Finger Brush tiene un corte mucho más puntiagudo, concediéndonos mayor precisión. Es el aliado ideal a la hora de enfrentarse a correctores densos y pigmentados como Pro Longwear de MAC, por ejemplo. Es muy suave y agradable al tacto, algo a tener en cuenta en pinceles para zonas tan delicadas como la ojera.

POLVOS

Aquí hay novedades.

Si me seguís desde hace tiempo, sabréis que siempre opto por pinceles pequeños para sellar el maquillaje con polvos. Como no me gusta saturar la piel, prefiero tener mayor control y aplicar el producto únicamente en puntos concretos (centro de la frente, contorno del ojo, aletas de la nariz…).

Por eso, agradezco doblemente toparme con brochas más grandes, sí, pero con las que es un verdadero placer trabajar.

– MAC Cosmetics 137 Long Blending Brush: Está hecha a mano con fibras naturales. No hace falta observarla durante mucho tiempo para darse cuenta de que se trata de una brocha especial, una verdadera joya de tocador, tal y como me ocurrió a mí cuando vi a Reyes utilizarla en Madrid. Creo que tiene el pelo más suave que he tocado jamás en ninguna otra brocha y, además, su forma y flexibilidad hacen el resto. Con ella podemos aplicar finísimas capas de polvo por toda la cara sin miedo a que ésta se vea saturada de producto. Yo la uso para sellar la base de maquillaje/corrector, pero también para dejar un halo bronceado en las mejillas o iluminar sutilmente los pómulos. Quizás no se trate de esas brochas esenciales para nuestro manejo diario, pero las amantes de la pincelería sabrán apreciar sus cualidades y no se arrepentirán de incluirla en su “colección”.

– Beka Brushes 100 Beka: Forma parte del set de 5 brochas que Bekamakeup lanzó el pasado año y es una de mis preferidas. Principalmente, la utilizo para aplicar polvos, aunque también sirve para broncear la piel y realzar las mejillas con colorete. ¡Incluso para bases de maquillaje compactas! El pelo es de ardilla y cabra, bastante suave y flexible, pese a su densidad.

POLVOS DE SOL/COUNTURING

De momento, ninguna ha conseguido desbancar a la 168 de MAC, pero mucho me temo que esta pareja “le pisa los talones” en más de un aspecto ;)

– Real Techniques Sculpting Brush: Es una brocha biselada, de pelo sintético, muy tupida y firme. Me gusta especialmente para productos en crema con los que esculpir la estructura ósea, aunque también va fenomenal para las bases de maquillaje. Difumina muy bien y deja todo correctamente integrado en la piel, proporcionando un aspecto súper natural. El único aspecto “negativo” que le encuentro es que la serigrafía ha comenzado a desvanecerse rápidamente, algo que no me había ocurrido nunca con otras brochas de la misma marca que tengo desde hace años.

– Everyday Minerals Tapered Sculpting Face Brush: ME CHIFLA. Está pensada para contornear, pero vale para TODO: sellar con polvos, broncear la piel, contornearla, aplicar colorete… Es multiusos y tiene una calidad excepcional. Está hecha de pelo sintético y mango de madera, es muy ligera y se siente muy suave en la piel. El acabado que proporciona siempre es impecable.

COLORETE

Mientras escribo estas líneas me doy cuenta de que he olvidado incluir 129SH de MAC Cosmetics, ¡agh! Pero podéis leer más sobre ella en este post dedicado a la colección de Selena Quintanilla.

– Bobbi Brown Blush Brush: A mi parecer, un “objeto de culto” dentro del mundo del maquillaje. Siempre ha estado en mi wish-list, pero nunca me he animado a comprarla por varias razones: precio y pocas oportunidades de visitar un stand de Bobbi Brown en el momento oportuno. Es decir, ese momento en el que la VISA te quema en la mano y te da igual cometer cualquier locura ;)

Pese a tener varias brochas de colorete, ninguna tiene su forma, la cual parece milimétricamente pensada para encajar con la manzanita de nuestra mejilla. Desde el primer uso me sorprendió gratamente y desde que la tengo (¡gracias Reyes y Sara!) rara vez escojo otra.

Está hecha con pelo natural bastante capeado y la suavidad es “correcta”, razón por la cual creo que difumina TAN bien. Estoy <3 con ella.

ILUMINADOR

Aunque tengo mi ojito derecho, reconozco que para el iluminador soy menos quisquillosa que para el resto. De hecho, muchas veces aprovecho la brocha que haya utilizado para los polvos/colorete para rematar el iluminador con ella.

Pero ahora que lo pienso… En el 80% de las ocasiones utilizo mis propios dedos para fundir mis iluminadores en crema favoritos :P

– Beter Elite 31 Precision Blush Brush: Pensada para el colorete, pero, a mi parecer, funciona mucho mejor para el iluminador. Para mi gusto es demasiado “plana” y flexible, para poner rubor a nuestras mejillas, pero ideal para iluminar la parte alta de nuestros pómulos, el tabique nasal o el centro de la frente/barbilla. El acabado es sutil, justo el que yo busco cuando uso este tipo de productos.

– Zoeva 134 Luxe Powder Fusion: La compré pensando que sería más pequeña y puntiaguda, así que cuando llegó a casa me decepcionó un poco y la dejé apartada durante un tiempo… Hasta que un día me animé a estrenarla. ¿¡Por qué no lo había hecho antes!? Es una brochita pequeña a la que se le puede sacar muchísimo partido, ya que es válida para aplicar casi cualquier producto en polvo. Está pensada para los ojos, pero, personalmente, la encuentro un poco grande y demasiado “abierta” para este fin. De todos modos, yo la uso principalmente para sellar con polvo la ojera e iluminar las zonas altas de la cara.

Mi consejo es que cuando os encontréis ante una herramienta que no cumple con vuestras expectativas, antes de descartarla por completo probéis a darle un uso diferente para el que está pensada. En muchas ocasiones el resultado os sorprenderá ;)

DIFUMINAR

Hasta 2016 sólo usaba el pincel 217 de MAC para difuminar. Ahora puedo decir que utilizo DOS pinceles para la misma función ;)

– Beka Brushes 220 Beka: Sí, por fin puedo decir que he encontrado un clon a la altura del pincel 217 de MAC. Ambos tienen la forma casi exacta, sobre todo si nos fijamos en los pinceles de MAC de hace unos años, ya que los más nuevos son un pelín diferentes (más puntiagudos y suaves). El pelo es natural y tiene la firmeza idónea para conseguir desplazar las sombras por el párpado correctamente, obteniendo un degradado de color homogéneo y sin parches.

No es excesivamente suave, pero tampoco “pincha”. Es un detalle que a mí no me molesta, ya que considero que estos pinceles hacen tan bien su función precisamente por eso.

Estoy muy contenta con él y no he dejado de recomendarlo desde que lo probé, allá por mayo.

DETALLES

Creo que este tipo de pinceles son los grandes olvidados, ya que prestamos mucha más atención a los “clásicos”: aplicar sombras, difuminar y delinear.

Sin embargo, al final son estos los que logran marcar la diferencia ;)

 

– Beka Brushes 240 Beka: Es un pincel biselado de pelo sintético que, a simple vista, todo parece indicar que sirve única y exclusivamente para trazar delineados marcados y precisos. Siendo sincera, para esta función prefiero el 317 de Zoeva, más fino y preciso. Pero, ¡ey!, ¿quién ha dicho que 240 de Beka no sea un excelente pincel? Al menos, a mí me parece la mejor opción para maquillar el párpado inferior, ya que es el primero que he probado que realmente es lo suficientemente SUAVE y respetuoso con esa piel tan fina y delicada. Además, también me gusta mucho para marcar la línea de pestañas con sombra negra y difuminarla al mismo tiempo.

– Zoeva 240 Luxe Petit Pincel: No es tan suave como el anterior, pero viene muy bien tenerlo a mano cuando queremos que nuestros looks de ojos sean perfectos. Con él podemos iluminar el lagrimal sin temor a invadir el tabique nasal o hacer lo propio en el hueso de la ceja con una sombra satinada sin perder el control. Es un pincel “tipo boli” muy pequeñito que sirve para aplicar sombras, pigmentos o glitters de forma muy concentrada y específica. También puede ayudarnos a difuminar las sombras en el párpado inferior, pero, como ya os he dicho, puede resultar algo áspero.

Como habéis podido comprobar, no he innovado mucho en los pinceles para ojos, pero sí que he hecho mis pinitos en el resto de brochas destinadas a que nuestra piel luzca impecable.

Espero que os haya resultado interesante este post y que os animéis a compartir conmigo vuestros descubrimientos en los comentarios :) 

Muchísimas gracias por pasar un ratito leyéndome y, cómo no, por “esperarme” siempre <3 

Estaré en mis redes sociales para manteneros al día sobre las actualizaciones del blog (¡estad atentas esta semana!) y un montón de cosas más :))

¡Un beso enorme!

* ENLACES DE INTERÉS *

– Brochas Beter Elite
– Brochas Bekamakeup
– Mi kit básico de brochas y pinceles

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