Hace meses me propuse compartir en Instagram una receta a la semana. Lo llevé a cabo durante muchas semanas, pero el calor del verano consiguió que encender el horno se convirtiera en un suplicio más que en una diversión. Además, cualquier magdalena/muffin/cupcake más o menos elaborado que cocines tiene una vida muy corta con las altas temperaturas. Imaginad por un segundo qué aspecto puede llegar a tener el frostring de queso a la intemperie con 35ºC.

Aprovechando que ya ha llegado el otoño (o eso nos han contado) y que el blog me resulta mucho más cómodo para escribir, las #michirecetas vuelven para trasladarse y, a menos que se trate de algo sumamente sencillo, abandonan Instagram. Espero que a nadie le moleste y que, por el contrario, las explicaciones más detalladas os sirvan de mayor ayuda. De todas formas, podéis buscar el hashtag #michireceta para ver las antiguas y coger ideas si os apetece :)

Hoy le ha tocado el turno a uno de los primeros postres que hice cuando abrí las fronteras de la cocina “típica” y comencé a investigar sobre esos nuevos invasores: los muffins y los cupcakes. Y no, ¡no son magdalenas!

¿Un bocadito? ;)~~~

Preparé estos muffins para agradecerle a la veterinaria de mi perrito (Sr Croqueta) lo bien que se portó conmigo hace un par de semanas, cuando mi novio tuvo que irse unos días de viaje y al pequeñajo le dio por ponerse enfermo. No fue nada grave, pero he desarrollado algo así como una Locura De Madre y cada vez que veo que el perro tose un poco saltan todas las alarmas, se me nubla el juicio y empiezo a hiperventilar.

Por suerte, cuando el Sr Croqueta llegó a nuestras vidas, encontramos una veterinaria que no sólo es competente, sino que encima es amable, maja, alegre y trata tan bien al bandido éste que cada vez que le hace una visita parece que le ha tocado el Euromillones. Los que tengáis mascotas sabréis lo que valoramos que haya feeling entre ellos :)

MUFFINS DE CHOCOLATE

Ingredientes

220g de harina blanca
150g de azúcar moreno
50g de cacao en polvo
1 sobre de gasificante (levadura química). Yo usé Royal.
2 huevos de tamaño mediano
80ml de aceite de oliva suave
2 yogures naturales sin azúcar
100ml de leche semidesnatada
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
Chips de chocolate al gusto

Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo (160ºC si usamos el ventilador del horno).

Para hacerlo todo más sencillo, pensad simplemente que hay que separar los ingredientes secos de los húmedos. Comenzamos tamizando la harina en un recipiente, junto al cacao en polvo y la levadura. Los removemos para que se mezclen y dejamos reposar mientras hacemos los siguientes pasos.

En otro recipiente, ligamos el azúcar moreno con los huevos (que añadimos de uno en uno). Después, añadimos el aceite de oliva suave, los dos yogures, la leche y el extracto de vainilla. Removemos hasta que la mezcla sea homogénea.

Incorporamos la harina en tres partes para que no sea imposible batir, pero os aconsejo hacerlo de forma envolvente, sin “agitar” demasiado. Aunque queden trazas de harina, el calor del horno hará que desaparezcan. Cuanto menos batamos, más esponjosos saldrán nuestros muffins.

Por último, cogemos un buen puñado de gotas de chips de chocolate y las removemos con una cuchara.

Esperamos 25′ aproximadamente (atentos a partir de los 22′, cada horno es un mundo) y pinchamos un muffin con un palillo. Si éste sale limpio, ya podemos sacar la bandeja y esperar otros cinco minutos. Cuando haya pasado este tipo, traspasamos los muffins a una rejilla y los dejamos enfriar.

Mientras tanto, no viene mal ponerse manos a la obra y dejar la cocina como si allí no hubiera pasado nada ;)

1. En cuanto a los ingredientes, siempre se pueden modificar según las preferencias del consumidor: otro tipo de harina, edulcorantes en lugar de azúcar, obviar la leche de vaca por bebida vegetal, etc. Cada uno sabe qué quiere comer o qué es lo más adecuado para su organismo.

2. Podéis utilizar mantequilla en lugar de aceite de oliva suave. Se mantienen jugosos durante más tiempo, pero me quedo con el aceite en esta receta.

3. Yo prefiero batir con varillas que utilizar la batidora. El resultado es mucho más esponjoso y el muffin sube más en el horno.

4. Mi truco para que cojan esta forma redondeada es muy simple: meto las cápsulas en flaneras individuales de metal, lleno hasta el borde de la cápsula con la masa y cuando los metemos al horno los bordes de las flaneras evitan que se desparramen por la bandeja. Si no queréis hacerlo así (o no tenéis material extra a mano), en lugar de llenarlos hasta arriba, hacedlo sólo hasta las 3/4 partes.

5. Una vez fríos, conviene meterlos en un recipiente con tapa. En el frigorífico pierden facultades, se “apelmazan” y el sabor es menos rico.

6. Si no tenéis extracto de vainilla podéis utilizar esencia de ésta o azúcar vanillado. El resultado es ligeramente diferente, pero no está nada mal. A mí me gusta añadir la vainilla a la leche, mezclarlas y dejarla reposar mientras sigo el resto de pasos.

7. Podéis utilizar yogures griegos sin azúcar en lugar de los normales. Yo lo hago cada vez de una manera, según lo que tenga en casa, y el resultado no varía.

8. Antes de empezar, sacar todos los ingredientes que tengáis en el frigorífico y dejad que cojan la temperatura del ambiente. Sobre todo si usáis mantequilla.

9. ¡Creo que no se me olvida nada!

Espero que os haya gustado y que aprovechéis el fin de semana para hornear esto o cualquier otra cosa. Si decidís llevar la #michireceta a cabo, ¡contadme qué tal!

Ya me diréis qué os ha parecido la entrada y la nueva sección gastronómica :) No será semanal, pero sí que habrá algo a lo que hincarle el diente de vez en cuando.

Pasad un fin de semana genial y ¡dadle un caprichito al cuerpo!

Un saludo a todos, gracias por leer y comentar <3