¡Hola a todas!
¿Cómo habéis comenzado este nuevo mes? Yo aún no soy consciente de que, sí, estamos en junio y con él, empezando la segunda mitad de este extraño y rocambolesco 2020.
Y aquí me tenéis, fan de los juegos de palabras y los dobles sentidos, animándome a inaugurarlo con un post de productos terminados.
Si os quedáis por aquí, hacemos un repaso de todos ellos antes de abandonarlos a su suerte en un contenedor amarillo. :P
¿Vamos?
¡Hola a todas!
¿Qué tal habéis pasado la semana? Espero que bien y con ganas de nuestro pequeño encuentro semanal para charlar, en este caso, sobre una nueva lectura.
¿Quiere decir esto que los domingo sólo hablaremos de libros? Por supuesto que no, pero la temática no la decido yo, sino las circunstancias, y éstas me han pillado “en racha”. ;P
Nos estrenamos el pasado domingo con “La verdad sobre el caso Harry Quebert” (podéis leerlo aquí) y continuamos éste con una novela de época que poco o nada tiene que ver.
Así que, si me lo permitís, os tiendo mi mano para viajar juntas en el tiempo hasta 1914.
¡Hola a todas!
Hace apenas dos días os saludaba deseándoos una feliz semana y hoy estoy aquí para poco menos que hacer lo propio con el finde.
Pero antes de que llegue el viernes y comencéis a saborear esas mañanas sin que suene la alarma, dadme un momento para poder compartir con vosotras mis últimos descubrimientos de este mes.
¡Vamos allá!
¡Hola a todas!
Mientras preparaba el post de la semana pasada sobre los nuevos polvos bronceadores de Charlotte Tilbury (podéis leerlo aquí), tuve claro que el siguiente estaría enfocado a las brochas con las que más me gusta aplicar este tipo de producto.
Además, coincide con una de las cosas por las que más me preguntáis con diferencia y es que, la pincelería en general (y las brochas para bronzer en particular) es un tema que nunca deja de interesaros: ni cuando comenzáis a maquillaros, ni cuando lleváis años dominando vuestra propia técnica.
Así que, si os animáis a seguir leyendo, descubriréis cuáles son mis 5 herramientas favoritas para broncear y dar rubor a las mejillas. Y, además, si llegáis hasta el final, podréis verlas en movimiento. ;)
¿Empezamos? ¡Empezamos!
¡Hola a todas!
Aunque el grueso de los posts en marikowskaya.com vayan dirigidos a la comunidad interesada en belleza y moda, me gustaría reservar un pequeño espacio más íntimo para los domingos.
Con íntimo no me refiero a información privada y confidencial, sino más bien a ese tipo de publicaciones que no esperas y que aparecen por sorpresa en tu bandeja de entrada: una recomendación literaria, una nueva serie o una receta de cocina. Pequeños detalles que, pese a parecer insignificantes, te ayudan a conocer mejor a esa persona que no ves, pero que escribe cada una de sus letras para ti.
Eso es lo que quiero que los domingos nos regalen cada mañana, una conexión personal entre tu teléfono móvil y mi ordenador.
Y ahora, si te apetece, ¿hablamos sobre Harry Quebert?
